jueves, 30 de julio de 2009

El mayorazgo del judío-converso

En un día gris, atravesando "por la dura estepa castellana", crucé el pueblo de Olmillos de Sasamón, provincia de Burgos, y me llamó la atención la elegante figura de un castillo, entonces cerrado y sin ningún uso, al pie de la vieja carretera de acceso al pueblo. He mirado la página de internet del pueblo, y ha resultado ser muy completa. Allí puede uno informarse de que este castiillo, que hoy ha sido convertido en hotel, fue mandado construir en 1446 por un tal don Pedro de Cartagena, que fue guardia del rey Juan II de Castilla, y consejero de Enrique IV y hasta de Fernando el Católico, pues llegó a vivir hasta los noventa años. Este tal don Pedro fue el cuarto hijo de un matrimonio de judíos de la tribu de Leví, según nos cuenta la citada página. Resultó llamarse su padre Selemon Ha-Leví, y se convirtió al cristianismo adoptando el nombre de Pablo de Santamaría. Había hecho fortuna recaudando impuestos, y alcanzando ascendencia en la corte de los Trastámara, fue nombrado tras su conversión Obispo de Cartagena, y luego de Burgos. Ilustrativa historia la de este personaje, que además fue filósofo e historiador, y que legó a su hijo un amplio señorío, que fue elevado a mayorazgo por el rey castellano para dotar de hidalguía a una estirpe de conversos. El apellido de Santamaría del padre fue cambiado por el de Cartagena por el hijo porque aquél tenía resonancia conversa. Vamos, para disimular. El poder señorial de los conversos ascendidos a hidalgos se manifestó en el cobro de impuestos a destajo sobre las poblaciones de sus dominios, muchos de cuyos habitantes las abondonaron, dándose un fenómeno de despoblación. Y fue don Pedro consejero real del rey católico, quien, junto con su católica esposa, ordenaría poco después la expulsión de los judíos. La Historia es pura paradoja.

miércoles, 22 de julio de 2009

El Castillo-Mezquita















El castillo de San Marcos, en pleno centro de la ciudad del Puerto de Santa María, en Cádiz, casi a orillas de la desembocadura del río Guadalete; es en realidad una mezquita almohade que, tras la toma de la plaza por Castilla en 1264, fue convertida en castillo defensivo por el rey Alfonso X. El rey "sabio" tuvo la idea de defender la posible entrada de musulmanes por mar , erigiendo torres y almenas para vigilar la posible llegada de naves enemigas. De hecho éste fue el punto meridional de la frontera castellana con el reino nazarí. Hoy es propiedad de una conocida firma bodeguera que organiza visitas guiadas por el interior del castillo. Las cobra algo caras, pero queda compensado el precio, además de por ver el propio monumento, porque ofrecen una degustación de vinos al final de la visita. La antigua mezquita queda reconocible pese a que en el siglo XVIII se adecuó su interior construyéndose una capilla barroca muy curiosa, pues sus pilares son las arcadas mozárabes de lo que fue mezquita privada o de oración. Se eliminó entonces el "shan" o patio de esta mezquita para confeccionar el cuerpo de la nave de la dicha capilla, cuyo altar mayor es en origen el "mihrab", en el cual quedan restos regularmente conservados de los "cordobanes" o dorados que lo orlaban. En definitiva, una curiosa conjunción de arte almohade, fortificación castellana y barroquismo andaluz en una localidad que además fue punto de referencia fundamental en el hito del "descubrimiento". Recordar que aquí tenía su puerto de atraque una nao, propiedad de un marino santanderino afincado en la ciudad, Juan de la Cosa, llamada la Santa María. Mayor que las dos carabelas de los hermanos Pinzones, fue la nave comandada por Colón en su primer viaje. Juan de la Cosa pasó luego a la Historia como el autor del primer mapa cartográfico del mundo en el que se representó América. La famosa "Carta de Juan de la Cosa" del año 1500, la confeccionó el cántabro tras los muros de este castillo.

lunes, 29 de junio de 2009

Madre e hijo


La imagen de una madre mostrando a su hijo es tal vez la primera idea que a algún remoto hominido se le pasó por la cabeza representar cuando descubrió el poder del arte figurativo, por el tiempo en que superó la mera obtención de objetos útiles para pasar a algo más sublime: la obtención de "objetos inútiles". En el correr del tiempo, los más hieráticos arcaísmos escultóricos fueron superados lentamente por el grácil juego del movimiento entre la madre, que sujeta a duras penas a su niño, y éste, que se contorsiona inquieto bajo el brazo de aquella. Ahí está la gracia: un brazo que no vemos, sólo lo intuimos. De igual manera que la cansada madre dobla unas rodillas que tampoco vemos: las adivinamos bajo los ropajes de unas telas que tampoco existen. Unas telas rojas, que era el color mágico de la edad media, de la edad en que el hombre era consciente de sí mismo. El plegado de las ropas, el movimiento del cuello del niño, el juego de las manos entre la madre y el inquieto infante... son detalles que muestran un avance en la escultura románica. El gesto adusto de la madre, sus ojos almendrados.. son por el contrario, pruebas de su estilo arcaizante. Una talla impactante en suma, la que muestra la foto, que tomé en el claustro de la catedral vieja de Plasencia. La talla estaba sobre una columna a la entrada misma del claustro desde el acceso lateral de la vieja catedral románica de esta villa extremeña. Volveremos sobre ella.

jueves, 25 de junio de 2009

Que sea para bien

Se están sustituyendo las desgastadas estatuas del imponente pórtico de la Catedral de León por copias. El motivo es salvar de la destrucción unas tallas que llevan ahí colocadas 700 años. Después de todo ese tiempo, ya no pueden contemplarse en su conjunto. Que se preserven las piezas es sin duda lo primero, pero para el pobre peatón la pérdida es incalculable. Lástima. Incluimos en homenaje una foto del tímpano, jambas, arquivoltas y parteluz de la puerta principal antes de su desmonte. Que sea para bien.
Nota: La imagen de Santa María del parteluz ya es una copia. La estatua original se encuentra en la capilla central de la girola .

jueves, 18 de junio de 2009

Amistades peligrosas



Llamó mi atención en Salamanca la existencia de una iglesia dedicada nada menos que al Arzobispo de Canterbury, Tomás Beckett. Mi ignorancia quedó en evidencia cuando leí en el plano turístico que era un templo románico del siglo XII. Me entrañé, pues recordaba que el personaje vivió en esa época justamente. Cansado de tanto renacimiento pretencioso, seguí el plano y, subiendo una avenida que me sacaba del centro de la ciudad, llegué a una urbanización de bloques, a cuya espalda, y junto a un cruce semafórico, me topé con la iglesia de Santo Tomás Cantauriense, que se vé en las fotos. Un templo románico de exquisita sobriedad en su fachada, de una sola nave, y con un armonioso triple ábside orlado con pilastras y columnas. La cornisa del ábside semicircular del crucero presentaba decoración de modillones con representaciones de cabezas humanas y faunísticas y también motivos vegetales. Estaba cerrada, y no ví horario de visitas por ningún lado. He comprobado posteriormente que fue edificada en 1175, siendo la primera iglesia consagrada a Beckett fuera de Inglaterra. Este atractivo personaje,(del que para saber más, remito a mirar en Internet) fue asesinado en la catedral de Canterbury por caballeros de la casa del rey el 29 de diciembre de 1170, por haber denunciado ante el papa Alejandro III las famosas "Constituciones de Clarendon" de 1164, , que suponían una injerencia real en la jurisdicción eclesiástica. Lo paradójico del asunto es que el Arzobispo era amigo de toda la vida de Enrique II Plantagenet, conde de Anjou y duque de Normandía quien, por azar, asumió la corona inglesa en 1154. (vuelvo a remitir a internet o a cualquier manual para profundizar en el período)
Por esa amistad, su nominación como primado de Inglaterra no fue bien acogida por el clero inglés, que temía que el nuevo arzobispo fuera adicto al monarca. Para más inri, éste le nombró "Canciller Mayor". Pues resultó que el tal Beckett renunció a cargos y rentas y se aprestó a defender la independencia de la Iglesia respecto del poder real. La causa del enfrentamiento fue el juicio contra un clérigo de Sarum, que violó a una joven y mató a su padre para evitar su venganza. El prelado se negó a que en la causa intervinieran jueces seglares, y el cura violador y asesino sólo fue confinado en un monasterio. Y esto dió pie al rey para ordenar la redacción de las citadas constituciones de Clarendon, y a la postre, el asesinato de su ex-amigo. El papa Alejandro III reaccionó, haciendo santo al asesinado en 1172. ¡Sólo dos años después! La iglesia salmantina es de cinco años después. Desde su canonización, la tumba de Beckett en la misma Catedral se convirtió en centro de peregrinación. El primero en peregrinar a su tumba, obligado por el papa,fue el propio rey Enrique II, después de depurar responsabilidades en el crimen, y de exculparse él. Desde entonces, todos los reyes ingleses se coronan en Canterbury,... sobre los restos de Beckett. Todo un monumento a la amistad. Por cierto, esta historia inspiró la novela, que no tengo intención de leer, "Los pilares de la Tierra", de Ken Follet.
P.D.: La hija de Enrique, Leonor Plantagenet, casó en el mismo 1170 con Alfonso VIII de Castilla. Hablaremos también de ellos otro día.

lunes, 8 de junio de 2009

El claustro del ciprés



El Monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos, en Burgos, es la gran obra por excelencia del medievo castellano, impulsada por el rey Fernando I, primero en llevar título real en el hasta entonces condado de Castilla. Construído entre finales del siglo XI y siglo XII, el claustro de dos pisos románico es una de las joyas del arte en España. Ejemplifica cual ninguno el uso central del claustro en un monasterio inspirado en la regla de San Bernardo, pues todas las dependencias monacales giran y convergen en torno al claustro. Las tandas más antiguas del misno, que se piensan son de la escuela del famoso Maestro Mateo (Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela) son célebres por su doble juego de columnas rematados en capiteles profusamente decorados con animales mitológicos, motivos vegetales, etc.. La tanda norte da a la iglesia. La este, a la sala capitular y al "scriptorium" donde los monjes medievales se afanaban en copiar los famosos manuscritos "silenses". La sur contiene la cocina en el piso inferior, y los dormitorios en el superior; siendo la oeste la reservada a hospedería. El patio de un monasterio es el lugar indicado por la regla para la meditación del monje, de ahí el lugar central de este elemento. En él fue plantado un ciprés en 1882, que hoy en día supera los 25 metros de altura. Lamentablemente, desde nuestra ubicación no fue posible una foto del árbol, y, siguiendo nuestra norma, este blog sólo comenta fotos de "esmaliat"; pero aún así llega a apreciarse. Cabe decir que por desgracia, el claustro es el único elemento románico del actual monasterio, porque la iglesia y el resto de dependencias son barrocas, siguiendo el estilo barroco-clasicista de Ventura Rodríguez, quien lo diseñó. Las zonas barrocas desmerecen mucho la belleza del patio y claustro de doble piso, único en su género, completado además por el rico artesonado, y por los famosos altorrelieves de las esquinas, como el de "la duda de Santo Tomás"(entrada anterior) o "Mujeres ante el Santo Sepulcro". (ver foto).
El monje silense fray Justo Pérez de Urbel escribió en su obra "In terra pax" un extenso poema dedicado al ciprés: "Silencioso ciprés, cuya negra silueta/como un dedo gigante me señala una meta/allá lejos, muy lejos...; un palacio de bruma/una isla de oro, una ilusión de espuma/la sombra imperceptible de una sombra querida/que sin cesar persigue el alma dolorida.

domingo, 31 de mayo de 2009

La duda


De hacia el año 1100 es la fecha de datación de este relieve de la "Incredulidad de Santo Tomás". Está situado en uno de los pilares esquineros del claustro del monasterio de Santo Domingo de Silos, en Burgos (del que hablaremos en otra ocasión) El relieve por sí sólo está considerado una obra cumbre de la escultura románica universal, y no está sólo. En cada uno de los machones de las esquinas del claustro hay un relieve similar, pero éste es de mayor consideración por los entendidos, debido al avance técnico que supone el plagado de las ropas de los personajes, que parecen movidas por el viento, y también por el estilizado alargamiento de sus figuras, con las piernas cruzadas para dar ilusión de movimiento. La escena representa el relato bíblico de la duda de Santo Tomás, que, incrédulo ante la supuesta resurrección de Cristo, había dicho a las demás apóstoles que hasta que no metiera la mano en el costado de Cristo no creería que era él. Y así lo hace en la escena del relieve, en presencia de los apóstoles, más San Pablo, al que se le representa habitualmente junto a San Pedro. (son los dos personajes a continuación, siendo San Pablo el calvo de frente arrugada) También es reseñable en este aspecto, la novedad que supone la disposición del apostolado en torno a Cristo. Hasta entonces estas representaciones se habían hecho en los frisos de los templos y en orden, estando Cristo siempre en medio. Aquí hay una inversión de ése orden que se sacrifica en aras de la composición, estando los personajes principales en la parte inferior. Toda una audacia, para representar el drama de la duda. Cuestión ésta fundamental del cristianismo, y del hecho religioso en sí mismo. Podría decirse que toda religión tiene como fundamento la fe de sus seguidores, de suerte que, ante cualquier atisbo de duda, la fe puede resquebrajarse, incluso perderse. Por eso a continuación, Cristo dijo aquello de "bienaventurados aquéllos que crean sin haber visto", que debió dejar al incrédulo Tomás bastante chafado. En definitiva, caben dos posicionamientos del ser humano ante todo lo que se le aparezca como un misterio: tener fe en alguna creencia; o ponerla en duda, pensando que habría que comprobar eso tan inexplicable, como pretendía hacer Tomás. Cada uno elija la postura que prefiera: creer sin ver... o dudar. Como decía la frase que no sé qué pensador y que hace muchos años me dijo un amigo seguidor de este blog: "Si Dios existe, me perdonará esta duda".

sábado, 23 de mayo de 2009

Apuntando al cielo


La Catedral de Barcelona, tal vez por hallarse en una ciudad de ingente desarrollo arquitectónico y urbanístico, no goza de la fama que debiera por su categoría. A ello también contribuye el hecho de que el gótico catalán no ha gozado tradicionalmente de un juicio crítico más favorable, en nuestra opinión por el simple hecho de no atenerse de forma estricta a los cánones del gótico "radiante" del siglo XIII, considerado el más esencial de los "góticos". Craso error, pues deja en segundo lugar joyas de primer nivel como ésta catedral. Se ha denominado al gótico del levante español y suroeste francés de "racional", porque una de sus cualidades es el aprovechamiento del espacio en detrimento de algunos elementos arquitectónicos como ventanales, arbotantes ... sustituídos por pequeños óculos los primeros ycontrafuertes los segundos, que permiten además un mayor espacio interior en la nave central, que es de mayor anchura en relación con las laterales, como se aprecia en la foto de la fachada. Esto da mayor luminosidad interior, al tiempo que un aspecto más murario, causa de la minusvaloración del estilo de estas regiones. Pero en realidad estos cánones obedecen a cuestiones de lógica espacial, de racionalismo y funcionalidad. La mayor sobriedad y robustez del gótico del midi francés y de Cataluña en relación con el estilo "radiante", no le restan belleza, antes al contrario, le otorga un mayor sentido de unidad y claridad espacial. Las tres naves catedralicias alcanzan casi la misma altura, aunque sin llegar a la tipología de "hallenkirche" alemana (de salón). Iniciada en 1298, se remató en el siglo XV con torre caladas, al estilo alemán, y con esa enorme "punta de flecha" sobre las arquivoltas del pórtico, en vez de rosetón, sustituído por una estrella de seis puntas con aberturas. Este estilo se llamó "flamígero" por algunos, al recordarles esas agujas a unas llamas. Esta catedral tiene la suerte de no haber sufrido saqueos, ni alteraciones barrocas. Todas las capillas interiores conservan los retablos de época, los ejecutados originalmente en el siglo XV, por lo que además de un templo gótico excepcional, la catedral es un verdadero museo. Se conserva tal cual se la concibió. Además, un ascensor nos eleva hasta el techo de la iglesia. Desde la techumbre de una nave lateral se aprecia el calado de una de las torres laterales (ver foto). Las vistas de la ciudad y del mar Maditerráneo son espectaculares desde lo más alto de un edificio que, como es intención del arte gótico, apunta al cielo.

lunes, 18 de mayo de 2009

El torreón



































Muestran estas imágenes el sorprendente torreón que corona la iglesia de San Miguel de Palencia, un templo que se empezó a construir en el siglo XI en estilo románico, pero que se completó en estilo protogótico. Teniendo similitudes con la catedral de Ávila, de la misma época, supone un ejemplo magnífico de edificio transicional entre los dos grandes estilos arquitectónicos medievales. Así, tenemos un templo de tres naves con cabecera triconque y arcos de medio cañón que conservan una rigurosa isostasia; junto a un remate en altura que observa arcos apuntados, incipientes ventanas con vidrieras y bóvedas cuatripartitas. Si los primeros elementos responden al más académico de los románicos, los segundos anuncian el próximo esplendor del gótico. Pero lo sorprendente del templo es el enorme torreón, rematado ya en el siglo XIII, que más parece el de un castillo que el de una iglesia, y que se eleva hasta los 70 metros de altura. Mira al río Carrión a su paso por Palencia, y marcó durante siglos el límite de la provincia. Su extraordinaria altura le hizo uno de los "rascacielos" de la Edad Media, y de hecho tuvo problemas de apuntalamiento cuando se produjo el famoso terremoto de Lisboa. Y entre Lisboa y Palencia hay una distancia respetable.
Hoy día no goza el singular edificio de la fama debida, y eso que, aunque hay otras versiones, parece cierta la que relata que fue en esta iglesia palentina en la que contrajeron matrimonio Rodrigo Díaz de Vivar, conocido por el "Cid", y doña Jimena.

lunes, 11 de mayo de 2009

Los escalones de Abomelic


A principios del siglo XIV el gran rey castellano Alfonso XI tenía en jaque constante al reino nazarí de Granada. Uno de los bastiones inexpugnables de los musulmanes era Ronda. Los granadinos pidieron ayuda al rey de Fez, Yusuf Abu Jacub. Su hijo, Ab dul-Malik, llamado por los cristianos Abomelic, desembarcó con un ejército de infantería más 7000 jinetes en Algeciras. Derrotó a los castellanos, y se proclamó rey de Ronda. Abomelic construyó en la ciudad palacios y mezquitas, y además dotó a la ciudad de una obra de ingeniería única, al objeto de subir agua desde el río hasta la población. Para ello debía salvarse la altura del conocido Tajo de Ronda. Detrás del convento de Santo Domingo se encuentra la llamada "casa del rey moro", que es en realidad un palacete barroco, famoso por sus jardines colgantes literalmente adosados a las paredes de la espectacular garganta del río. Pero desde ellos se accede por un arco, a una zona que sí es musulmana. Abomelic mandó excavar una escalera en plena roca. Vicente Espinel se refiere a la escalera como "una de las más memorables obras de la antigüedad en España". Conocida por "la Mina", dice la tradición que tiene 365 escalones y que se empleó un año en su construcción, a escalón por año. Se fueron aprovechando las oquedades en la roca caliza para construirla; y donde era necesario se sostuvo con arcos de ladrillo, se iluminó con ventanas arpilleradas y a tramos se cubrió con bóvedas de medio cañón. Desemboca tras una bajada, que por momentos se hace eterna, en el mismo lecho del río a través de arcos agudos de ladrillo. La sucesión de fotos muestra estos elementos. La llamada "mina" es en realidad un manantial de agua que brota de una profunda hendidura en la peña. De hecho el descenso es peligroso por la cantidad de agua que baja constantemente por paredes y escaleras. Yo pude bajar con un amigo acompañado por un espeleólogo que descendió delante nuestro. De ese agua dispuso Abomelic que se sirviera la ciudad. El penoso trabajo de subir el agua en zaques (especie de odres) corría a cargo de los cautivos cristianos apresados en la guerra. En la frontera se hizo famosa la expresión: "¡En Ronda mueras acarreando zoques!". No existe construcción en el mundo ni parecida, y la visión desde el mismo río es grandiosa, estando las casas arriba de las escarpadas rocas (véanse fotos).
En 1338 las tropas de Alfonso XI se enfrentaron a las del rey de Ronda. En esa batalla, Abomelic encontró la muerte a manos de un soldado de Jerez de la Frontera: Diego Fernández Herrera.





miércoles, 6 de mayo de 2009

Vara de justicia









En el monte Naranco, a las afueras de la ciudad de Oviedo, encontramos las dos muestras más representativas del período ramirense del aret astur. Se trata de las edificaciones de Santa María del Naranco y de San Miguel de Lillo, mandadas edificar por el rey Ramiro I, quien reinó entre 842 y 850. Suponen un avance extraordinario en el uso de la bóveda, y en la sujeción en altura con el uso de contrafuerte, que en el interior se corresponden con arcos fajones, en el caso de Santa María; y con la articulación volumétrica a diferentas alturas en el caso de San Miguel. Santa María presenta además una serie de medallones tallados con figuras de animales y alegorías, que son todo un precedente de las futuras iconografías románicas. San Miguel presenta también una decoración escultórica en las jambas de su fachada que tienen la forma de un díptico consular de los del bajo imperio romano, pero que, si seguimos la teoría del profesor Bango, podría ser el propio monarca el representado, lo que sería una prueba de la política de acrecentamiento del poder real practicada por Ramiro I.
Santa María no es en realidad una iglesia, sino posiblemente el aula regia de Ramiro, construída en una doble planta. A la superior se accede por unas escaleras exteriores (ver fotos) Es un edificio único es su especie. Las cámaras inferiores son de utilidad desconocida. En cuanto a San Miguel, distante unos cien metros, era la iglesia votiva o de oración del rey, y sólo se conserva de ella el cuerpo principal y el trasepto, pues el cuerpo de la nave se perdió. Conserva en su interior lo que debería ser el atrio real, de fábrica de mampostería.
Este rey astur sucedió al gran Alfonso II, llamado el casto por no haber tenido descendencia, por se hijo de Bermudo I "el diácono". Alfonso había trasladado la capital del reino desde Cangas de Onís hasta Oviedo. La sucesión fue difícil, porque el cuñado de Alfonso, el comes palatii Nepociano, se hizo ungir rey apoyado por astures y vascones, y Ramiro hubo de apoyarse en condes gallegos para apresar a Nepociano, al que sacó los ojos y encerró en un convento. Cuando accedió al trono contaba Ramiro más de sesenta años, y desplegó una energía inusitada contra sus adversarios. Coetáneo del gran emir cordobés Abd al-Rahmán II, zanjó todas las disidencias provocadas por el carácter electivo de la monarquía astur, sacando los ojos de cuantos caían en sus manos, lo que le valió el apodo en la Crónica Albendense de "vara de justicia", por su carácter vengayivo y justiciero, contra enemigos políticos y también contra bandidos y ladrones a los que aplicó la misma justicia. A adivinos y hechiceros, que abundaban todavía afines a los ritos de raiz celta, los mandó a la hoguera después del pertinente vaciado de ojos. Aún tuvo tiempo el veterano rey de derrotar por dos veces a los vikingos, que por entonces lanzaron razzías contra la costa de su reino, y también al hijo del emir cordobés, el futuro Muhammad I, que fue enviado por su padre a repeler a los astures que repoblaban el valle del Esla hasta la ciudad de León. A su muerte, liquidados todos los disidentes, a nadie le quedaron ganas de protestar cuando heredó la corona, que se hizo patrilineal a partir de aquí, su hijo Ordoño I ¡Cómo se las gastaba el viejo!

jueves, 23 de abril de 2009

Magnicidio

Ilustra la imagen el castillo de Zamora, la ciudad de la reina doña Urraca. Se ubica en la parte más elevada de la peña en que se encuentra la ciudad, a orillas de río Duero. Se supone que tras los muros de este castillo se ideó el asesinato del rey castellano Sancho II el "fuerte" a manos del noble leonés Vellido Dolfos, quien, si la historia es cierta, cruzó el portillo de la ciudad que hoy lleva su nombre para introducirse en el campamento de los castellanos, que tenían asediada la ciudad, para terminar con la vida del rey. Desde entonces es tratado como héroe en Zamora, pero como traidor en Castilla. Pero centremos brevemente la historia. Sucedió que a la muerte del gran rey Fernando I, que había logrado reunir en su persona las coronas de los reinos del norte peninsular y someter a parias los reinos de taifas, sus disposiciones testamentarias repartieron entre sus hijos los diversos territorios. La corona de Castilla recayó en Sancho, que no aceptó las mandas testamentarias, y acompañado de su alférez, Rodrigo Díaz de Vivar se dispuso a unir de nuevo la herencia de su padre. Y lo logró. Derrotó a sus primos Sancho Garcés IV de Navarra y Sancho Ramírez en la guerra de los tres Sanchos (1068) y después se lanzó contra Galicia, que fue la herencia de su hermano García, y lo derrotó y desterró (1o71); y contra León, que fue la herencia, con título imperial, de su hermano Alfonso, al que derrotó en la batalla de Golpejera (1072), siendo el Cid su mano derecha. Reunificados los tres reinos se lanzó contra Zamora, que había recaído, con título real, sobre su hermana Urraca. Y aquél 1072 conoció el duro cerco de las tropas castellanas a la ciudad del Duero. Vellido Dolfos salió de la ciudad para entrevistarse con el rey Sancho en el campamento con la excusa de enseñarle una puerta de entrada en la ciudad, ya que el engaño consistiría en que el castellano daría por supuesto que el zamorano había desertado. Pero en un descuido del rey , Vellido Dolfos lo mató por la espalda en su propia tienda, usando un venablo dorado del monarca. Siempre quedó la sospecha de que su hermana Urraca había aprobado la comisión del magnicidio para obligar a los castellanos a levantar el cerco. El sucesor de Sancho fue el derrotado Alfonso, que había huído a refugiarse a Toledo, al lado de su aliado, el rey Al-Mamún. Las sospechas también recayeron sobre Alfonso, de suerte que el Cid, según la épica castellana, le hizo jurar que no tuvo nada que ver en la muerte de su hermano (Jura de Santa Gadea). A la larga, esto le costaría, (siempre según la épica tradicional de Castilla, no la historiografía) el destierro al Cid. En cuanto a Vellido Dolfos, el romancero castellano siempre le trató como a un traidor. Dice un famoso Cantar de Gesta: "Rey don Sancho, rey don Sancho; no digas que no te aviso/ que de dentro de Zamora un alevoso a salido/ llámase Vellido Dolfos, hijo de Dolfos Bellido/ cuatro traiciones ha hecho, y con esta serán cinco/ Si gran traidor fue el padre, mayor traidor fue el hijo."

domingo, 19 de abril de 2009

Passo honroso





Sucedió sobre el puente que cruzaba el río Órbigo, en la localidad leonesa de Hospital de Órbigo, en el Camino de Santiago entre San Martín del Camino y Astorga. Fue en el año jacobeo de 1434 en que el noble leonés Don Suero de Quiñones solicitó al rey Juan II de Castilla permiso para celebrar durante un mes, una justa en la cual don Suero retaría, apostado en aquél puente, a cuanto caballero pretendiese cruzarlo para llegar a Santiago. En caso de no querer batirse con don Suero, el noble que pretendiese seguir en peregrinación hasta la tumba del apóstol debía depositar un guante en señal de cobardía y pasar el río vadeándolo, sin cruzar por el puente defendido por don Suero. El motivo de tal torneo fue una promesa de amor del noble leonés, que durante las justas llevó al cuello una argolla de oro en prueba de fidelidad a su amada. Doblegó don Suero a más de trescientos caballeros entre el 10 de Julio y el 9 de Agosto de 1434. ( Ahí es nada). Después del mes de torneo peregrinó a Santiago y depositó la argolla de oro en el relicario del santo en la catedral compostelana, donde aún hoy se encuentra. La hazaña del de Quiñones fue glosada por poetas durante los siglos posteriores. Hoy se celebran en el pueblo unas justas conmemorativas de aquél "Passo Honroso", a las que corresponden las fotos. Podemos apreciar en ellas el puente, cuyos ojos más antiguos son de época romana, pues formaba parte de la calzada que llevaba desde la "Legio Séptima Gémina" (hoy la ciudad de León) a "Astúrica Augusta" (hoy Astorga). El puente fue luego ampliado, ya en el siglo XIII. En la representación vemos presidiendo las justas a Juan II de Castilla, el rey Trastámara, hijo de Enrique III "el doliente" y Catalina de Lancaster, departiendo con la reina, la que fue su primera esposa, su prima María de Aragón, hija de Fernando "el de Antequera".
El puente tiene 19 arcos en total, y es Monumento Nacional desde 1939. Si a finales de Julio se tiene ocasión de pasarse por allí, es recomendable comer carne a la brasa de la despachan en los puestos de la feria que se monta con ocasión de la conmemoración de la heroica gesta de don Suero.

jueves, 2 de abril de 2009

El pueblo de los arrieros




Distante unos cinco kilómetros de la ciudad de Astorga, en el Camino de Santiago y enclavado en el corazón de la Maragatería, se encuentra Castrillo de los Polvazares, el pueblo construído por los arrieros entre los siglos XVI al XVIII. La arriería fue una importante actividad económica hasta la llegada del ferrocarril. Los arrieros maragatos transportaban y comerciaban con todo tipo de productos, pero estuvieron muy especializados en salazones de pescado traídos desde Galicia. Construyeron su pueblo en piedra de sillar y sillarejo, sobre tierra arcillosa. Hoy se conserva intacto. La casa más antigua lleva impresa en su dintel la fecha de 1570. La estructura de las casas, con amplio portalón, responde a la necesidad de guardar los carros. Para facilitar el paso de los mismos se dejó muy ancha la Calle Real (en la foto de la cruz). Las otras instantáneas muestran un detalle de su iglesia, construída de la misma manera y técnica, combinado sillar y sillarejo; y un detalle del pilón, en la plaza tras la iglesia. A destacar el empedrado de las calles. El pueblo está cerrado al tráfico y pasear por sus calles es un viaje al pasado. Los únicos establecimientos son algunos restaurantes que suelen abrir sólo los domingos y en ellos sirven el más auténtico cocido maragato, que, como era la antigua costumbre de los arrieros, se come al revés, empezando por el chorizo, siguiendo por los garbanzos (sin caldo) y acabando con la sopa.

lunes, 23 de marzo de 2009

Rollo de Justicia


Los rollos de justicia castellanos fueron los más visible elementos urbanos de la represión de la Inquisición. Erróneamente se suele atribuir (como casi todo lo negativo) a la Edad Media el período de más virulencia de los procesos inquisitoriales. Aunque siempre hubo de todo, estos rollos se erigieron en las plazas de los pueblos de Castilla durante los siglos XVI y XVII. Su finalidad: servir de tortura y escarnio público a los procesados por la Inquisición y de exhibición de las cabezas de los ajusticiados.Se conocían como "rollos" porque su forma solía ser cilíndrica; pero el que ocupa nuestras fotos es cuadrangular, sobre un basamento octogonal. Preside la Plaza Mayor de Villalón de Campos, en Tierra de Campos, en la provincia de Valladolid. Es de estilo gótico-isabelino y se cree que es obra de los maestros canteros que por esas fechas remataban las agujas de la Catedral de Burgos a las órdenes de Simón de Colonia. Fue erigido en 1523 con decoración de filigrana sobre piedra caliza de Burgos. Un alarde artístico plateresco (en Castilla "isabelino" en honor a la reina católica) destinado a una tétrica misión. Las Cortes de Cádiz, que decretaron la abolición de la Inquisición, ordenó demoler los rollos, o sacarlos de la población, al considerar que estos monumentos vejatorios no debían presidir las plazas públicas; pero éste, el más artístico de todos, quedó en su emplazamiento. Otro nombre dado a estos rollos es el de "picota", de donde viene la expresión "poner en la picota". Como última curiosidad, decir que a éste se le colocó una veleta de hierro para darle uso. Toda una paradoja, un símbolo de libertad sustentado por un monumento de represión y exterminio.
La iglesia de atrás es la de San Miguel, construída entre los siglos XVI al XVIII en estilo gótico-mudéjar.

sábado, 14 de marzo de 2009

Madinat al-Zahra


































La ciudad áulica fundada por Abd al-Rahmán III en 936 imita la costumbre de los califas de Samarra según la cual cada monarca construía su propia residencia palatina. El emir que tomó título califal decidió apropiado construirse su propia ciudad en las primeras estribaciones de Sierra Morena y a pocos kilómetros de la capital, Córdoba. La pendiente del terreno le permitió articular en tres sectores dentro del recinto amurallado un completo complejo residencial: baños, mezquitas, palacios.... (véanse fotos). La caída del califato tras la dictadura militar de Almanzor supuso su ruína en 1.010. La construcción de este complejo palaciego encierra la historia de amor del califa Abd al-Rahmán III y su concubina Azahara, a quien dedicó la ciudad. El califa murió aquí a los setenta años, el 15 de Octubre de 961, después de reinar rodeado de lujo durante más de medio siglo. Al morir, según el cronista Ibn Idhari, encontraron un manuscrito redactado por él en el que hacía un resumen de su propia vida. Decía así: "He reinado más de cincuenta años en victoria y paz; amado por mis súbditos, temido por mis enemigos y respetado por mis aliados. Riquezas y honores, poder y placeres aguardaron mi llamada para acudir de inmediato. No existe terrena bendición que me haya sido esquiva. En esta situación he anotado diligentemente los días de pura y auténtica felicidad que he disfrutado: suman CATORCE. ¡Hombre; no cifres tus anhelos en el mundo terreno!"

miércoles, 4 de marzo de 2009

Pulchra Leonina


Con este apelativo se conoce a la Catedral de León, cuya fachada es el motivo de la foto (como las anteriores, y como es norma, obra de Esmaliat con cámara tradicional de carrete).
Es sabido que la catedral es de estilo francés, y se adscribe concretamente al subperíodo "radiante", dentro del mal llamado arte "gótico". Digo mal llamado porque tal acepción fue idea del humanismo florentino, que identificó el arte bajomedieval con el arte de los "bárbaros godos", en oposición al arte del renacimiento. De hecho, según Vasari el verdadero arte era el de la antigüedad clásica,, desaparecido en la edad media a causa de la barbarie "gótica". Sin embargo, según la escuela de pensamiento escolástico, de tipo dialéctico, una catedral gótica es comparable a una "summa" teológica, componiendo ambas conjuntos inteligibles. Así, en la forma en que la "summa" es la enumeración y clarificación del conocimiento, la catedral es engloba también ese conocimiento expresado en sus esculturas y en sus vidrieras. Así , según Panofsky, el método de clarificación de la "summa" se traduce en el principio de "transparencia" de la catedral, que logra, como gran triunfo de la arquitestura gótica, lo que Jensen llama la "estructura diáfana", en lo que es una completa metafísica de la luz. La luz que ilumina la nueva vida urbana de los emergentes grupos económicos bajomedievales (artesanado , comercio..) que van a financiar la construcción de estas catedrales en las que se concreta un nuevo tipo de Dios, no oscuro, no hermético; sino triunfador, y presente en la ciudad. Este Dios es explicado en los programas iconográficos. El del pórtico de la catedral de León data de finales del siglo XIII y es uno de los más completos del mundo. La luz se resuelve mediante el gran avance arquitectónico que supone la supresión total de paramentos murarios. La catedral de León carece de muros por completo, y ese es uno (y en mi opinión el principal) de sus méritos. El edificio se convierte así en una caja de vidrio enorme, que juega con la luz solar desde el amanecer que ilumina primeramente la girola, y, a lo largo del día, hasta el atardecer , en el cual los rayos solares inciden sobre el rosetón. Es una dialéctica del hombre con la divinidad en una nueva forma de entender la religión, y cuya extensión académica fueron las escuelas catedralicias que, a modo de la famosa Escuela de París del maestro Abelardo, fueron generándose al abrigo de las catedrales. Conclúyase pues que el gótico es un arte de la luz, contrariamente a la creencia de mucha gente hoy, que lo identifica con oscuridad ( repárese por ejemplo, en los negros ropajes usados por los adeptos a cierta corriente estética juvenil actual a los que les ha dado por llamarse "góticos". Supongo que será por lo de la barbarie que decía Vasari...) Dos apuntes finales: las torres de esta catedral fueron terminadas en el siglo XVI, siendo la última la calada, que es también la más elevada. En la segunda mitad del siglo XIX sufrió una total remodelación, pues ante el inminente peligro de derrumbe a causa de los añadidos barrocos ( se le llegó a colocar una cúpula con cimborrio y todo, a un edificio sin muros), hubo de ser levantada piedra a piedra tras construírsele un encimbrado de madera. Pese al anómalo aspecto exento que presenta hoy, la catedral logró salvarse y el conjunto hoy es gran bellez y también de gran pureza estilística. Por cierto, la remodelación ocupó desde 1859 hasta 1901., año en que se reconsagró.