jueves, 2 de abril de 2009

El pueblo de los arrieros




Distante unos cinco kilómetros de la ciudad de Astorga, en el Camino de Santiago y enclavado en el corazón de la Maragatería, se encuentra Castrillo de los Polvazares, el pueblo construído por los arrieros entre los siglos XVI al XVIII. La arriería fue una importante actividad económica hasta la llegada del ferrocarril. Los arrieros maragatos transportaban y comerciaban con todo tipo de productos, pero estuvieron muy especializados en salazones de pescado traídos desde Galicia. Construyeron su pueblo en piedra de sillar y sillarejo, sobre tierra arcillosa. Hoy se conserva intacto. La casa más antigua lleva impresa en su dintel la fecha de 1570. La estructura de las casas, con amplio portalón, responde a la necesidad de guardar los carros. Para facilitar el paso de los mismos se dejó muy ancha la Calle Real (en la foto de la cruz). Las otras instantáneas muestran un detalle de su iglesia, construída de la misma manera y técnica, combinado sillar y sillarejo; y un detalle del pilón, en la plaza tras la iglesia. A destacar el empedrado de las calles. El pueblo está cerrado al tráfico y pasear por sus calles es un viaje al pasado. Los únicos establecimientos son algunos restaurantes que suelen abrir sólo los domingos y en ellos sirven el más auténtico cocido maragato, que, como era la antigua costumbre de los arrieros, se come al revés, empezando por el chorizo, siguiendo por los garbanzos (sin caldo) y acabando con la sopa.

1 comentario:

Kikko dijo...

Obsérvense a dos típicas arrieras del lugar en la primera foto, juas juas!!