lunes, 8 de junio de 2009

El claustro del ciprés



El Monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos, en Burgos, es la gran obra por excelencia del medievo castellano, impulsada por el rey Fernando I, primero en llevar título real en el hasta entonces condado de Castilla. Construído entre finales del siglo XI y siglo XII, el claustro de dos pisos románico es una de las joyas del arte en España. Ejemplifica cual ninguno el uso central del claustro en un monasterio inspirado en la regla de San Bernardo, pues todas las dependencias monacales giran y convergen en torno al claustro. Las tandas más antiguas del misno, que se piensan son de la escuela del famoso Maestro Mateo (Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela) son célebres por su doble juego de columnas rematados en capiteles profusamente decorados con animales mitológicos, motivos vegetales, etc.. La tanda norte da a la iglesia. La este, a la sala capitular y al "scriptorium" donde los monjes medievales se afanaban en copiar los famosos manuscritos "silenses". La sur contiene la cocina en el piso inferior, y los dormitorios en el superior; siendo la oeste la reservada a hospedería. El patio de un monasterio es el lugar indicado por la regla para la meditación del monje, de ahí el lugar central de este elemento. En él fue plantado un ciprés en 1882, que hoy en día supera los 25 metros de altura. Lamentablemente, desde nuestra ubicación no fue posible una foto del árbol, y, siguiendo nuestra norma, este blog sólo comenta fotos de "esmaliat"; pero aún así llega a apreciarse. Cabe decir que por desgracia, el claustro es el único elemento románico del actual monasterio, porque la iglesia y el resto de dependencias son barrocas, siguiendo el estilo barroco-clasicista de Ventura Rodríguez, quien lo diseñó. Las zonas barrocas desmerecen mucho la belleza del patio y claustro de doble piso, único en su género, completado además por el rico artesonado, y por los famosos altorrelieves de las esquinas, como el de "la duda de Santo Tomás"(entrada anterior) o "Mujeres ante el Santo Sepulcro". (ver foto).
El monje silense fray Justo Pérez de Urbel escribió en su obra "In terra pax" un extenso poema dedicado al ciprés: "Silencioso ciprés, cuya negra silueta/como un dedo gigante me señala una meta/allá lejos, muy lejos...; un palacio de bruma/una isla de oro, una ilusión de espuma/la sombra imperceptible de una sombra querida/que sin cesar persigue el alma dolorida.

3 comentarios:

Kikko dijo...

Una vez más muy buenas fotografías. Al menos para mi, que no hago un encuadre decente ni 'jarto güisqui'.

Cuando pase por León haremos un cursillo acelerado de 'maquetación' en Blogger, que lo que queda un poco feo es la integración de las fotos con el texto.

Esmaliat dijo...

Eso estoy esperando como agua de Mayo, a ver si lo manejo algo mejor. Las fotos son del año 97, hechas con una cámara sin zoom. Pasa por aquí en cuanto puedas. Un saludo.

ismo dijo...

Conseguir encuadrar el ciprés es un desafío para cualquira que no tire de un gran angular decente, como es mi caso.
Hace unos veranos le dediqué una plumilla a Silos. Si te apetece verla, éste es el enlace a mi blog: http://4.bp.blogspot.com/_R4nSD9KGQyc/SPOTnbrprkI/AAAAAAAAAfY/MA6nu-XPpXs/s1600-h/Lugares+-+Silos+jpgcomp.jpg