martes, 18 de mayo de 2010

Horizonte perdido



En 1937 el gran maestro del séptimo arte Frank Capra filmada una película que tituló "Lost horizon". Narraba las peripecias de un diplomático británico y su grupo de acompañantes en China. Fueron secuestrados en su avión y trasladados a un monasterio en el Tíbet, al parecer por motivos políticos. (ya en las décadas de primeros de siglo XX los activistas tibetanos reivindicaban su independencia de China). Pues bien, dicho monasterio, a refugio de la gran cordillera del Himalaya, guardaba un inquietante secerto, que no desvelo para animar a quien me lea a ver la película. Su sitiación geográfica era límite, entre un fértil valle eternamente primaveral, y una impresionante cadena montañosa perpetuamente nevada e invernal. Existe un monasterio románico en la península ibérica, que bien podría haber sido el escenario de tal película: Santa María de Arbás. Se ubica en la divisoria de dos mundos geológicamente y climáticamente dispares: justo en donde el viejo zócalo precámbrico meseteño es arropado por la imponente pared granítica de la Cordillera Cantábrica, entre León y Asturias, dentro del término municipal leonés de Villamanín de la Tercia. Viajando desde León hacia Oviedo por Pajares, justo antes de la última curva de la carretera antes de coronar el puerto, se halla la vieja iglesia románica del siglo XII, que es lo que se conserva en pie del antiguo monasterio. Pasando esa curva, la carretera se desploma literalmente hacia un hondo valle, mientras las montañas descarnadas de vegetación, que se elevan cual graníticas moles en el horizonte, parecen ir creciéndose, alzándose poderosas como una gigantesca ola de piedra que nos quisiera engullir. La experiencia de pasar en coche el famoso puerto de Pajares es ciertamente única, si se hace desde la parte leonesa. Antes, conviene una parada en la vieja iglesia de Santa María de Arbás. El interior de la nave del templo descansa sobre macizas columnas de grosor poderoso, de donde parten las nervaduras que conforman los arcos fajones que sustentan la pétrea bóveda de medio cañón. En el exterior, aún a finales del mes de junio, cuando fueron tomadas las fotos que ilustran este comentario, los neveros de las montañas circundantes conservan restos de la nieve que las cubrió todo el invierno. No puede haber sitio más propicio para el retiro monacal.
P.D: El día que se tomaron las fotos, ... fuímos a la playa de San Lorenzo, en Gijón.

8 comentarios:

Kikko dijo...

Interesante aportación, como todas las de este renacido espacio -me alegro que retomes el mismo, para enriquecimiento de los que queramos tomarlo-.
Viajar contigo es toda una experiencia, porque uno se da cuenta de que la Cultura -con mayúsculas tendré que ponerlo ya que se abusa tanto inapropiadamente del término- se encuentra por doquier, vayas donde vayas. Únicamente hay que saber reconocerla cuando la encuentras. Y siempre se me queda esa impresión íntima de ...cuántas cosas impresionantes se ha perdido uno por ignorancia, pasando al lado de auténticas maravillas. Prometo estar más vivo y atento a todo ello... pero para eso necesitaría tener también una cultura artística más extensa. En ello estamos...

Kikko dijo...

Por cierto, curioso -o no- el hecho de que siempre los monasterios se han erigido -tanto aquí como en el resto del mundo- en lugares geológicamente especiales, que despiertan los sentidos y estimulan el alma -sea lo que sea lo que eso signifique-. Un conocido mediático presentador los llama "centros o lugares de poder". Aquí al lado tengo Montserrat, un lugar que embarga los sentidos nada más acercarte. También he conocido el impresionante entorno natural el llamado 'monasterio de piedra', un auténtico oasis orgánico y orográfico en medio de la árida y desértica Aragón.
En fin, que los monjes se sabían lo que hacían cuandoc decidían erigir un monasterio en un lugar concreto.

Esmaliat dijo...

Ciertemente, el monasterio románico es concebido como centro de poder. Su impulsor es el abad Suger de Saint-Denis, el primer y más importante centro monacal de todo el románico, a las afueras de París, erigido en tiempos de los Capetto. Poco que ver en realidad con los cenobios eremíticos prerrománicos, de algunos de los cuales he comentado algo. La siguiente entrada tratará sobre uno de ellos que visité recientemente. Todos los lugares tienen "algo" que merece la pena. Si se está atento, se disfruta de cualquier sitio en el que estés.

Otro dijo...

Me tomo nota de la peli y el sitio,por cierto,las fotos muy notables,como de costumbre.
En otro tercio,me acaban de preguntar por ti en el facebook-de los guitos-que es una red social en la que se admiten insociables:)-a mí aún no me han echado-por si las moscas,he falseado todo los datos menos la cara y opiniones,si te da por ojear o sumarte al cotarro,ahí lo llevas;
http://www.facebook.com/profile.php?id=100001030171249&v=wall&ref=profile#!/profile.php?id=100001030171249&v=wall&ref=profile

ismo dijo...

¿Te refieres a la antigua carretera de Pajares? Toda una experiencia ¿Por qué te parece especialmente atractivo abordarla desde León? Me interesan tus indicaciones viajeras.

Respecto a lo que dice Kikko, creo que él se refiere a "centros de poder" como un concepto, digamos, esotérico, y tú a los monasterios como auténticos centros de poder terrenal, que lo fueron sin duda. Sí tengo mis dudas respecto a la parte esotérica. Por ejemplo, si no recuerdo mal, se dice que la catedral de Chartres está edificada sobre un antiguo bosque druídico, y se insinúa -quien lo insinúe- que hay ciertos puntos del globo que tienen ese mágico poder de atracción (ya sabéis, concitan grandes acontecimientos, o grandes edificaciones...). La idea es romántica y atractiva pero tiendo a pensar que lo que verdaderamente determina el emplazamiento de un edificio son sus virtudes -digamos- geográficas y no ninguna energía sobrenatural. En definitiva, bastante magia tiene ya la geografía (como cualquier arte o ciencia que conozcas y disfrutes) como para pensar que hay algo más detrás, como una especie de determinación que está por encima de lo terreno.

Esmaliat dijo...

Me parece más impactante hacer el viaje desde León a Oviedo que al revés, porque es desde donde mejor se aprecia el modo en que acaba la meseta y se vislumbran las formaciones cuaternarias de la Cordillera cantábrica. Paisajísticamente, el impacto es mayor, aunque existen dos o tres miradores ( y me refiero a la vieja carretera del puerto de Pajares, claro) en los que puedes parar, vayas en uno u otro sentido. De otra parte, casi todos los templos cristianos desde época altomedieval, se asientan sobre antiguos lugares de culto pagano, y así se documenta en infinidad de casos.

ismo dijo...

No sabría interpretarlo geológicamente pero creo que adivino a qué te refieres. Y sí, por la carretera vieja; por la nueva no es la misma impresión.

En cuanto a lo de los templos, soy consciente de la frecuencia del hecho, e interpreto que esa sugerencia de los sobrenatural es algo muy bien aprovechado por los sucesivos constructores: se aprovecha el culto anterior para vender mejor el propio. Y surge una ganancia con cada nueva edificación de cada nuevo culto, hasta que el sitio adquiere una caché sobrenatural ¿No será sobrenatural si todas las religiones vieron algo en él y edificaron en él sus templos? Pero no es sobrenatural sino sólo un producto muy bien aprovechado y muy bien vendido. No sé si me explico...

Esmaliat dijo...

La iglesia católica ha sido la gran especialista en el aprovachamiento de lugares de culto pre-cristiano. En la zona occidental de Europa, especialmente sobre altares de culto celta, por ejemplo a Mitra. Como dice "ismo", producto muy bien vendido. Yo diría que lo destacado del cristianismo fue su alta capacidad de simbiosis con las creencias paganas.