sábado, 4 de junio de 2011

La Historia y sus "ciclos"


Vuelve a resurgir el dilema de si la Historia "se repite", es decir si puede obedecer a ciertos ciclos vitales de las sociedades de los seres humanos; o, si por el contrario, es siempre única en sus acontecimientos. Es evidente que sólo hubo un paso de Las Termópilas, o unos idus de Marzo, o un saco de Roma, de la misma forma que sólo hubo un Leónidas, un Julio César o un Carlos V. Así pues parece que está claro que la historia es irrepetible. ¿O no?
Ello sería así si la función de la Historia fuera narrar los hechos del pasado como efectivamente sucedieron, como decía Herodoto; o, más modernamente, el positivismo alemán. El profesor de la universidad de Berlín, von Ranke, defendió en el siglo XIX que, dado que los sucesos son únicos e irrepetibles, no son susceptibles de ser comprendidos atendiendo a categorías universales, sino atendiendo a su singularidad. El trabajo del historiador sería, en expresión de Ranke, "mostrar lo que realmente sucedió". Parece la cosa clara.
Sin embargo, desde el siglo XIX surgió la idea de hacer de la Historia una disciplina científica, que aplicara un método científico de investigación. El primer problema que surgió fue concretar si la Historia era la sucesión de hechos del pasado ("res gestae"), o el relato de tales hechos ("historiam rerum gestarum"). Tras secular controversia, se convino, en que Historia eran las acciones humanas en sí, y la ciencia que los estudia, la Historiografía. Parecía resuelto el asunto, y una disciplina científica podría superar el mero relato, a modo de crónica, de los historiadores antiguos.
Pero surgió un nuevo problema, que puede resumirse en la siguiente pregunta: Si la Historia son los hechos pasados, y éstos ya no son, porque son pasado...¿existe la Historia? Y si no existe la historia, ¿se puede aspirar a un conocimiento científico de lo que no existe? No existe al Antiguo Egipto, ni el Imperio Romano, ni la España de los Reyes Católicos... ¿Como construir una ciencia de lo inexistente? Dicho de otra forma, ¿qué sentido, o para qué, pararse a averiguar cómo fueron las cosas en el pasado, si, siendo éstas únicas, no pueden derivarse de ellas ninguna Ley Univrsal, ni nada que pueda servir como avance de la ciencia? En conclusión, la nueva ciencia historiográfica, parecía ser un auténtica inutilidad, y un absurdo en sí misma.
Se cayó entonces en la cuenta de que sí que existían las Pirámides, y el Coliseo, y la momia de Ramsés II, y el Tratado de Tordesillas, y ... se entendió por fín que la nueva ciencia había de fundamentarse en las cosas existentes. Su objetivo, en vez de narrar con exactitud lo que sucedió, sería el de construir un relato sobre sucesos del pasado, verificable a través de las pruebas existentes, a las que se les llamó "fuentes". El principio científico de investigación histórica, parecía al fín salvado.
Y surgió un nuevo problema. ¿Qué hacer con los períodos espacio-temporales de los que no había restos materiales, ni fuentes escritas, ni vestigios o reliquias? ¿Había que renunciar a un conocimiento científico sobre ellos? Se concluyó en que la historia en singular no existía, sino que existían distintas historias de distintas sociedades humanas durante diversos períodos de tiempos. Y muchas de esas historias parecían irreconstruíbles por la Historia en cuanto disciplina científica. ¿Qué hacer? Se diría que sólo las llamadas ciencias "experimentales" podían implicar una investigación científica. Se empezó también a pensar en cuál era la diferencia entre las "ciencias" y las "ciencias humanas" (o no experimntales) Y se cayó en la cuenta de que en las ciencias naturales, el investigador podía ser eliminado del campo cognoscitivo, dado el carácter demostrativo de estas ciencias; pero en las ciencias sociales, aparecen como objeto de estudio, unos seres que planifican o realizan operaciones. Los árboles, las moléculas, o las piedras no hacen ninguna operación. El que los estudia puede abstraerse del campo de su estudio. Pero en el estudio de la historia, podía darse una similitud entre los estudiosos y los estudiados, como sujetos que ejecutan actos. ¡EUREKA! Se podía seguir con el relato historiográfico, simplemente por la similitud procedimental entre los dos sujetos. Estos es, cuando no hay fuentes, se puede cubrir esos períodos espacio-temporales mediante la suposición de lo que se hubiera hecho, por simple aplicación de la lógica, o del sentido común. Y ello podía hacerse porque a fín de cuentas los seres humanos respondemos a parecidos esquemas mentales y de comportamiento. en este sentido, podemos decir que la Historia sí se repite, que es cíclica. no en hitos y personajes, sí en comportamientos humanos en el seno de las diferentes sociedades. Podían establecerse hipótesis de lo sucedido, a espera de hallar fuentes que lo confirmaran o desmintieran, o, caso de no hallarse jamás, dar la mejor de las hipótesis como Historia, habida cuenta de que el objeto de la ciencia historiográfica era la construcción de un relato verosímil sobre lo sucedido, no la simple constatación de un hecho del pasado. Claro que siempre quedará quien piense que el conocimiento así alcanzado es menos científico que el de las Matemáticas, por ejemplo. Claro que una ciencia, en la que todo ha de encajar a la perfección, más que ciencia, yo diría con Aristóteles que es "mecánica".El llamado "subjetivismo" de las ciencias sociales se produce pues por la "imposibilidad de eliminar y neutralizar las operaciones del sujeto, del campo categorial". (en expresión del profesor Veas Arteseros) Pero también es cierto que ello posibilita a los científicos sociales teorizar sobre su área de conocimiento (también sobre la Historia) y lograr así el avance en el conocimiento de un modo científico, como hace el ser humano desde que así lo concibiera un tal Galileo.
P.D. En la foto, la fachada de la Universidad Pontificia de Salamanca, una de las más antiguas del mundo, junto a la famosa "Casa de las conchas"

10 comentarios:

Kikko dijo...

El ser humano responde, efectivamente de manera similar ante circunstancias parecidas. A nivel individual tal vez no sea tan evidente, y exista una mayor arbitrariedad de comportamiento, pero en los grandes grupos humanos y a lo largo de un tiempo suficientemente prolongado, evidentemente sí.
El problema es que no podemos cuantificar con detalle las premisas. De hecho dudo que sea posible deducir que un acontecimiento sucedió precisamente a partir de los antecedentes junto a los que se estudia. Antecedentes, de hecho significa únicamente eso: que 'sucedió antes', lo que no garantiza una relación necesariamente de causa-efecto.
Por otro lado, siempre será un relato incompleto, ya que es de todo modo imposible conocer todas las circunstancias que concurren en tal o cual hecho. A lo mejor, el dia 'x' del año 'y' el rey 'r' padecía un insufrible dolor de muelas y en un arrebato provocó una guerra, no sólo a causa del dolor de muelas pero... ¿cómo podemos saber que no fue esa la gota que colmó el vaso? (es un ejemplo extremo, evidentemente).
A mi parecer, que se repitan algunos antecedentes de hechos históricos a grandes rasgos no garantiza de ninguna manera que la reacción vaya a ser similar, ya que sólo estamos analizando una muy pequeña parte de las premisas.

P.D.: Desde la aparición (mejor dicho, 'descubrimiento')de la Mecánica Cuántica, tampoco en las ciencias experimentales se puede desligar al investigador del objeto de estudio, ya que el resultado real depende de la observación, pero en fin, sería muy complejo y prolijo explicarlo ahora aquí.

Esmaliat dijo...

d

Esmaliat dijo...

Kikko: ¿que quieres decir con que el problema es cuantificar premisas? ¿Qué son premisas, y para qué queremos cuantificarlas? De otra parte, ¿quién pretende deducir acontecimientos, y para qué? Creo que no se alcanza a comprender qué es la Historia, ni lo que pretende.
Y por supuesto que es imposible conocer todas las circunstancias que concurrieron en un hecho pasado. Ahí está la dificultad. Pero las dificultades están para superarlas.

Kikko dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Esmaliat dijo...

Kikko:Tan evidente como que lo digo en el artículo. Espero haber expuesto la cuestión con meridiana claridad. si no es así, en otra ocasión intentaré explicarme mejor

Kikko dijo...

Temo no estar a la altura de seguir esta discusión. Suele pasar cuando uno se atreve a meterse en terrenos farragosos para uno. Debo limitarme a leer, con espíritu crítico, por supuesto, e intentar comprender.

ismo dijo...

Como profano, simple aficionado a la frívola elucubración sobre lo que son y significan los acontecimientos históricos, tu explicación concuerda bastante con lo que conozco y alcanzo a entender sobre la maduración de la ciencia historiográfica. En lo que respecta a la justificación de lo cíclico de la historia, estoy de acuerdo en que los seres humanos, como individuos y como grupos, respondemos a ciertos patrones de comportamiento y que, en atención a ello, es posible reconstruir la forma de pensar o actuar de otros a los que no conocimos y sobre los cuales carecemos de fuentes. Podemos llenar los huecos de la historia apoyándonos en otras ciencias complementarias como la psicología, la sociología, la estadística,... No obstante, esa reconstrucción por sí sola no justifica que la Historia sea cíclica, pero sí lo hacen las conclusiones a las que podemos llegar a través de esa comprensión de los seres humanos como individuos y grupos sujetos a ciertas pautas de comportamiento. Así, por ejemplo, que alguien que está en el poder intente perpetuarse en él no es un argumento en favor del discurrir cíclico pero (sólo por poner un ejemplo y de forma muy general) sí puede indicarnos que quien hace una revolución será muy propenso a protagonizar acto seguido una especie de paso atrás -dejar de cambiar para perpetuarse en el poder-. Soy consciente de que este razonamiento no es científico pero, tal como dices, la ciencia tampoco tiene respuestas para todo. No podemos asegurar, en definitiva, que a una revolución le siga siempre una contrarrevolución, ni que los protagonistas de ese movimiento contrario provengan o no del mismo seno de la revolución, ni que una contrarrevolución vaya a venir seguida de otra revolución, en el mismo u otro ámbito,... pero podemos tener cierta intuición, no completamente injustificada, de que la historia suele andar con un pasito adelante y un pasito atrás, y otro adelante y otro atrás. Lo podemos llamar "ciclo", o "altibajos", con más o con menos pretensiones científicas pero, al menos a mí, el sentido común y la intuición me indican que es así como suceden las cosas.

Esmaliat dijo...

Ismo: la ciencia no está para dar respuestas, sino para hacer preguntas (que por lo general conducen a nuevas preguntas) Por cierto, tu razonamiento me parece más científico de lo que presumes.Un saludo.

Otro dijo...

Que tema más peliagudo,aunque el articulo sea muy claro y detallado,a mi algo que me da que pensar y muy relacionado con lo idea de poder estudiar de manera objetiva o "cientifica" la Historia-que me supera- es la tendendencia recurrente a ver el pasado como un tribunal capaz de juzgar la verdad de una doctrina o teoría,pocos problemas son más curiosos-y me dejan más turulato- que los de el sentido de la Historia¿El acontecer histórico obedece a ciertas reglas,ciertos designios o mas bien habría que considerar,como sugiere Kiko,su naturaleza caotica en la que impera la arbitrariedad?Porque aunque se admita que no todo es caos y casualidad en la Historia,son plurales las representaciones que se pueden forjar de ella e incluso varian,valga la redundancia,con la propia Historia y los Historiadores como bien apuntas.Para los hebreos parecia tener un sentido lineal,con un principio y un fin,guiado por el progreso o la "esperanza mesianica" y a los griegos les gustaba más la idea circular,de un eterno retorno,la linea recta y el circulo son forma extremas de concebirla,existe otro modo de interpretarla,el de un avance dialectico,en que cada etapa es el resultado de el enfrentamiento entre dos situaciones anteriores, a eso se apuntaron Hegel, Marx y sus discipulos.
Tal vez sea posible representar la Historia como un laboratorio en el que rige la ley de el ensayo y el error;a menudo,la humanidad o parte de ella se equivoca y en esa busqueda por superar los contradicciones escoge un camino incorrecto y es preciso "desandar lo andado",pero los errores en las soluciones no implican la desaparicion de los problemas,y si subsisten,subsiste la necesidad de nuevas soluciones y de modificar-si llega el caso-profundamente un sistema.Aunque al tema se le pueden seguir dando vueltas muy interesantes sin tenerlas todas consigo.Un abrazo,Manolillo,y que la fuerza te acompañe;)

Esmaliat dijo...

Amigo Alan: lo que más nos cuesta a todos en nuestros esquemas mentales, trastocados por esa absurda idea de "progreso" de la sociedad contemporánea, es la visión de la Historia como un devenir, como una especie de fluir de acontecimientos protagonizados por el hombre, en búsqueda de un "camino" o algo así; de donde surge el dicho idiota de que la historia es "maestra de la vida". Lejos de ello, la realidad es que, como digo, la historia, en términos absolutos, no existe, porque es pasado. Así que, por dar una definición, por historia se entiende (de ahí que yo diga que lo que hay son muchas historias) la construcción de un relato verosímil, creíble, y crítico, sobre hechos pasados, basado en unas evidencias que llamamos "fuentes". La ciencia que la estudia es la historiografía, y el método de conocimiento ha de ser, como no puede ser de otra forma, científico, lo que implica que hay que TEORIZAR sobre ello, hacer un análisis crítico de aquello sobre lo que se hace historia; porque sin esa teoría, no hay ciencia que valga. Como toda ciencia, la Historia está sujeta a revisión y corrección constante, y mientras no haya fundamentto científico para cambiarla, se mantiene la que hay.Sobre lo de modificar sistemas... la historia, si sirve para algo, es para constatar que no hay nada nuevo bajo el sol. ¿Alguien piensa de verdad que,en la antiguedad por ejemplo, no había grupos de poderosos que oprimían a los demás con todo lo que podían? Puede que se modificaran las formas de engañar, pero no las de explotar. Y contestatarios, también los hay siempre, con mejor o peor voluntad, pero con idéntico resultado.( de ahí que digamos que la Historia es "cíclica") Un saludo, compañero.